En primer lugar, hay que valorar los términos del contrato de arrendamiento que suscribieron las partes, pues de esta forma, sabremos si se ha hecho alguna referencia expresa que nos aclare a quién corresponde la obligación de pintar la vivienda.
Por tanto, habrá que valorar si contractualmente el arrendador, o bien el arrendatario, se han obligado expresamente a pintar la vivienda.
Teniendo en cuenta que, una vez que se ha asumido el compromiso de sufragar el gasto de pintar la vivienda, al finalizar el contrato no podrán eximirse de dicha obligación.
Por tal razón, aconsejamos que te asesores debidamente y, en consecuencia, hagas un contrato de arrendamiento que se adapte a tus necesidades, con el fin de evitar discrepancias no deseadas.
Por ello, si quieres redactar un contrato de arrendamiento completo y ajustado a tus concretas circunstancias contacta con ANTÓN ABOGADOS. Llamando al 965 13 32 38.
Pero, si en las cláusulas del contrato de arrendamiento no se ha hecho referencia alguna sobre quién ha de sufragar el gasto de pintura de la vivienda arrendada, en ese caso, ¿quién ha de asumir dicho gasto?
En tales casos, lo que debe quedar claro es el origen o causa determinante de los deterioros o desperfectos que han dado lugar a la necesidad de pintar la vivienda arrendada.
Así es, pues si se prueba que esos desperfectos son debidos a una mala actuación o a un mal uso de la cosa arrendada, o por la negligencia del arrendatario, en tales casos, será éste último el que ha de responder a su pago.
En cambio, el arrendador tendrá la obligación de sufragar el gasto de pintar la vivienda, si el arrendatario prueba que, los deterioros que presenta la vivienda se han producido:
- Sin culpa suya,
- Por la acción del tiempo o
- por causa inevitable